viernes, 28 de abril de 2017

Mil palabras pueden valer más que una imagen. La escritura en las disciplinas proyectuales
escritura ariana bekerman
Las disciplinas proyectuales se ven ligadas al desarrollo de diseños dentro del código que se supone atañe a la materia, el lenguaje visual. Se desarrolla la construcción de aprendizajes, y la comunicación de los conocimientos, mediante figuras mayormente visuales, influenciadas por lo que los adelantos tecnológicos logran desarrollar. El lenguaje escrito queda relegado a la bibliografía, libros, fotocopias, o en medios virtuales. Muchas veces es asimilada a lo antiguo, o con asignaturas que corresponden a otros profesionales. Este trabajo intenta encontrar el lugar de la escritura en las materias proyectuales, su importancia en el proceso de aprendizaje y la relación que tiene en la comunicación del estudiante.

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Palabras clave: Imagen - escritura - disciplina proyectual.

La escritura a nivel universitario está catalogada comoun conocimiento que el estudiante aprende en cierto momento de su vida escolar, en materias específicas de desarrollo literario. Cada ciclo universitario posee una materia al comienzo en donde se desarrollan estos temas supuestamente conocidos desde primer grado, como leer y escribir.
Para las disciplinas visuales y proyectuales los conocimientos de escritura académica se disipan al introducirse códigos visuales de, supuesta, mayor prioridad. En el Diseño de Interiores la propuesta proyectual se realiza mayormente por vías de expresión visual: planos, croquis, renders y paneles de concepto y materialidad.
¿Qué sucede entonces con la explicación formal? ¿Aquélla que se debe hacer a distancia, o para un concurso? La traducción del lenguaje visual al escrito comienza a ser una dificultad para el estudiante, que no puede expresar por escrito su visión, porque no ha sido uno de sus requerimientos proyectuales.

La lectura en la universidad se desarrolla en distintos niveles, dependiendo de la orientación pedagógica del docente. Muchas lecturas son huérfanas, otras más acompañadas, otras contextualizadas. A la hora de escribir sucede algo similar, Carlino (2005, p22) analiza que esto ocurre porque hay una premisa oculta que dice que el estudiante cuando ingresa a la universidad ya sabe leer y escribir, no sólo al nivel de habilidad psicomotriz, sino al nivel académico que les es requerido. El alumno pasa de clase en clase y va aprendiendo a sortear estas dificultades, y con el tiempo llega a un nivel de escritura académica considerable, pero no el deseado ni el esperado por los profesores. La mayoría de ellos no se han tomado el trabajo de incluir a la escritura como contenido curricular en sus materias, que no son lingüísticas ni literarias.

Carlino (2005) afirma que la escritura debe ser parte de todas las asignaturas. Escribir ya no sólo es un medio para producir resúmenes para las materias sino que es un medio para la apropiación de significado. Esto sucede, ya que para escribir hay que construir un vínculo entre el conocimiento que uno posee, el andamiaje, y aquello nuevo que se está leyendo, mirando o conociendo. Este vínculo posee características personales de cada autor: se deja parte de sí cuando se escribe. Una vez establecido este vinculo, se debe analizar si aquel conocimiento nuevo es compatible con el que se posee, y de este modo procesar, catalogar, sustituir y jerarquizar el conocimiento. Todo esto solo por escribir.

En las materias proyectuales, por ejemplo aquellas que competen al diseño de interiores, el conocimiento que se introduce al estudiante tiene diferentes códigos. Una parte es bibliografía escrita, pero la gran parte de la información viene acompañada o es en su totalidad imágenes. Éstas pueden ser fotos, renders, croquis, planos, incluso videos. Esta información se encuentra en un código diferente, para realizar una escritura el alumno no sólo tiene que realizar un proceso de selección y vinculación, sino que debe traducir aquello que ve a palabras. El estudiante se enfrenta entonces con un proceso doble para el cual no fue preparado.

Es habitual escuchar la frase una imagen vale más que mil palabras, si esto fuese realmente así, entonces para qué pedir un texto sobre un proyecto. Para este contexto la frase, que involucra un tópico aceptado socialmente, no es válida. Las palabras son una gran herramienta para el interiorismo, como medio de comunicación con el usuario, con los rubros de construcción, con los trabajadores, con los colegas, con todos. Una imagen para una persona puede significar muchas cosas, cada cual extractará y se fijará la imagen aquello que le parezca más significativo, pero no sucederá esto si va acompañado de un texto que indique que se está mostrando, o que se busca comunicar.

Si no hay imágenes, el texto es la herramienta más poderosa a utilizar. Las descripciones, objetivas o metafóricas, son un gran recurso para explicar las características de un interior. Se puede realizar un escrito que exprese la materialidad y recorrido de un espacio, o se puede explicar las sensaciones que se proyectan para ese interior, el discurso escrito da la posibilidad que otros códigos no pueden expresar con la misma poética.

El docente, en un comienzo, debe actuar como traductor entre estos dos códigos, el visual y el escrito. Pero, poco a poco, debe dar las herramientas al alumno para realizar sus propias traducciones, “un buen profesor enseña a los estudiantes a razonar, crear o utilizar una información nueva” (Bain, 2007, p 65) porque en este proceso aprenderá y se enriquecerá con el contenido. Aportará parte de sí a la traducción, dándole un tinte particular al texto que produzca.

Por último, este proceso le permitirá al estudiante incorporar un vocabulario y una forma de expresión propia de la disciplina, que también se incorporará a su habla. Por ende mejorará su desarrollo en exposiciones orales, y en su manera de comunicar sus ideas y proyectos día a día.


Conclusiones

La escritura es una temática transversal a todas las disciplinas. Debe incorporarse para facilitar al alumno una herramienta con la cual incorporar conocimiento, apropiárselo y tener mejores capacidades de selección y organización.
Los profesores deben acompañar a los estudiantes en el proceso de lectura y escritura, ya sea la lectura de un texto, o una imagen. El contexto junto a las herramientas propias de cada disciplina, ayudará a que los estudiantes construyan conocimiento significativo.

El texto escrito es una expresión tan válida como una imagen, y no pertenece sólo a las disciplinas tradicionales. Las asignaturas proyectuales pueden, y deben, valerse de la escritura para expresar sus ideas y conceptos y poder acompañar las imágenes haciendo énfasis en aquello que quieren transmitir.
Un estudiante capaz de expresarse por escrito de una manera desenvuelta y apropiada, podrá comunicar cualquier idea y proyecto que se le ocurra, más que lo sepa dibujar.


Referencias bibliográficas

- Bain, K. (2007). Lo que hacen los mejores profesores universitarios. Barcelona: Universitat de Valencia.
- Carlino, P (2005). Escribir, leer y aprender en la universidad. Mexico: Fondo de Cultura Economica.

Nota: Este trabajo fue desarrollado en la asignatura Introducción a las Estrategias de Enseñanza a cargo del profesor Carlos Caram en el marco del Programa de Capacitación Docente.
Edición Impresa
Reflexión Académica en Diseño y Comunicación NºXX [ISSN: 1668-1673]
XX Jornadas de Reflexión Académica en Diseño y Comunicación Facultad de Diseño y Comunicación. Universidad de Palermo
Año XIV, Vol. 20, Febrero 2013, Buenos Aires, Argentina | 208 páginas

Diseñadora de Interiores y Profesora en Disciplinas Industriales. Especialista Docente de nivel Superior en Educación y TIC. Soy creativa, proactiva, y decidida. Creo que enseñar y compartir es la mejor manera de proyectar.

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Ariana Bekerman
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